Bello y Picón Salas

Al desarrollo de la Universidad de Chile han contribuido muchas personas a lo largo de sus ciento sesenta años de vida. No han sido sólo chilenos, sino que académicos e investigadores de diferentes culturas, etnias y nacionalidades los que han realizado su aporte a las diferentes disciplinas del saber que en ella se cultivan. Científicos alemanes, literatos españoles, humanistas ingleses, investigadores italianos, académicos estadounidenses, profesores franceses, artistas latinoamericanos, han dejado su impronta en esta Universidad.

En esta ocasión los Anales de la Universidad de Chile quieren destacar la obra realizada por dos intelectuales venezolanos, que se avecindaron en Chile y que realizaron en esta Universidad una gran gestión directiva–académica. Se trata de Andrés Bello y Mariano Picón Salas. Cada uno en su siglo, entregó su ideas y acciones, orientando a la Universidad de Chile en momentos históricos complejos, por una u otra razón. Vinieron de una república hermana y cumplieron en nuestro país su destino como intelectuales y escritores, en el terreno de las ciencias humanas y sociales.

Andrés Bello

Nace Andrés Bello el 29 de noviembre de 1781, en Caracas. Tempranamente comienza su instrucción bajo la tutoría de fray Cristóbal de Quesada. A los 16 años ya traduce el libro V de La Eneida, mostrando su interés por los clásicos. En 1797 ingresa a la Real y Pontificia Universidad de Caracas, y al año siguiente tiene como discípulo a Simón Bolívar.

En 1800, con motivo de la visita a Caracas de Alexander von Humboldt, asciende con él al monte Ávila, casi hasta la cumbre. La figura del gran sabio alemán quedará como modelo de intelectual enciclopédico para toda la vida, y Bello compartirá esta admiración con Ignacio Domeyko, cuatro décadas más tarde. Desde comienzos de siglo el joven Bello se dedica a escribir poesía. En 1804 escribe su poema A la vacuna, manifestación primera de su neoclasicismo y su espíritu ilustrado. En Caracas escribe teatro y ejerce algunos cargos administrativos.

La invasión francesa napoleónica a España lo convierte en el primer redactor de la Gaceta de Caracas. Su oficio deescritor ya está establecido.

Da a conocer en 1809 su Resumen de la historia de Venezuela, primer libro publicado en ese país. En 1810, Bello es testigo de la instalación de la Junta de Gobierno, y el mismo año parte con Bolívar a Inglaterra.

En Londres, Bello desarrolla múltiples actividades diplomáticas, literarias, editoriales, y forja un pensamiento americanista. Inicia amistad con Francisco de Miranda y con Blanco White, y se contacta con Servando Teresa de Mier, quien ya ha publicado la Historia de la revolución en la Nueva España. Durante el período de la Reconquista Española, busca servir a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Desde 1816 recibe ayuda del gobierno inglés e investiga en la Biblioteca del Museo Británico. Conoce los escritos de Jeremy Bentham. Colabora en El censor americano, que Irisarri publica en Londres, con un artículo sobre O’Higgins. A partir de 1822 se convierte en el Secretario de la Legación chilena en Londres.

En 1823 Bello comienza a editar la Biblioteca Americana, en la cual se publica su Alocución a la poesía, parte de un poema mayor llamado América, nunca concluido. A partir de 1826 publica el Repertorio Americano. Mariano Egaña intercede para que sea contratado por el gobierno chileno. Parte Bello a Chile en 1829, luego de casi 20 años en Londres, llegando a Valparaíso el 25 de junio.

En 1830 es nombrado Rector del Colegio de Santiago y el mismo año comienza su trabajo como redactor de El Araucano, labor que desempeñará hasta 1853. Dos años más tarde publica su Tratado del Derecho de Gentes, y es nombrado miembro de la Junta Directora del Instituto Nacional. También se convierte en oficial mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1834 publica los Principios de Ortología y Métrica de la Lengua Castellana, y en 1837 es electo senador.

Con motivo del incendio de la Compañía, en 1841, publica anónimamente su poema alusivo a este desastre. Al año siguiente, Bello emprende la traducción de varios poemas de Víctor Hugo, del francés al español, manifestando así su adhesión al romanticismo. Algunos de los poemas traducidos se elevan a una gran calidad estética, casi superior al original, como es el caso de La oración por todos.

En 1843 es nombrado Rector de la Universidad de Chile, y el 17 de diciembre de ese año pronuncia su Discurso de Instalación de la Universidad. Como Rector fundador organiza la Universidad, la dota de sus primeros reglamentos y le confiere la misión de la preocupación por Chile. En 1847 publica la Gramática de la Lengua Castellana y en 1855 se promulga el Código Civil, obra de Andrés Bello. También elabora, posteriormente, el Reglamento de la Biblioteca Nacional. Fallece el 15 de octubre en su casa de la calle Catedral, en Santiago.

Bello comienza su gestión con respecto a la Universidad aún antes de que ésta existiese. En julio de 1841 ya ha redactado una ley orgánica para la Universidad de Chile, encomendada por el Supremo Gobierno. Aquí, en esta norma fundacional, la Universidad tiene además la misión de ser una Superintendencia de Educación. Los mejores nombres de la intelectualidad chilena acompañaban en esta empresa a Bello: Mariano Egaña, José Joaquín Vallejos, José Victorino Lastarria, José Miguel Infante, Salvador Sanfuentes, entre otros.

Andrés Bello fundó los Anales de la Universidad de Chile, participó en la premiación de las primeras memorias que se realizaban, comenzó a dar cuenta pública anual de las tareas realizadas y fundamentó la docencia libre.

El 22 de noviembre del año 2000 se realizó en la Casa Central de la Universidad de Chile un panel en el cual los académicos Domingo Miliani, Nelson Osorio, Luis Rubilar y Grínor Rojo leyeron sus respectivos trabajos. Se adjuntan, además, los comentarios a la presentación del libro Andrés Bello: La pasión por el orden, de Iván Jaksic, realizada en la Casa Central por la Editorial Universitaria el 25 de octubre del 2001.

Mariano Picón Salas

 

Nacido en Mérida en 1901, la dictadura de Juan Vicente Gómez lo hizo buscar otras tierras a la edad de 22 años. Mariano Picón Salas arribó a Chile en junio de 1923 y durante los 14 años que estuvo aquí publicó, entre otros libros, Mundo imaginario, Odisea de Tierra Firme; Hispanoamérica, una posición crítica; Problemas y métodos de la historia del arte e Imágenes de Chile, en colaboración con Guillermo Feliú. Fue amigo cercano de Eduardo Barrios, Salvador Reyes, Manuel Rojas, Mariano Latorre y Guillermo Feliú Cruz, entre otros. Ingresó primero a la Biblioteca Nacional, luego al Instituto Nacional, como inspector, y finalmente a la Universidad de Chile, titulándose de profesor de historia y geografía en 1927 y doctorándose en filosofía en 1928. Mariano Picón Salas llegó a ser una alta autoridad de la Universidad de Chile en un período altamente conflictivo de la historia nacional. El itinerario de su ascenso fue más bien rápido y hay pocos datos más allá de los recuentos que él mismo realizó más tarde.

El 18 de febrero de 1931 Mariano Picón Salas figuraba como representante en la Comisión de Reforma del Estatuto Orgánico de la Universidad de Chile. El 15 de octubre fue elegido Rector Armando Larraguibel, por ser el Decano más antiguo. Los estudiantes, sin embargo, estaban a favor de Pedro León Loyola. El 29 de julio de 1931 renunció Juan Gómez Millas al cargo de Secretario General. El primero de agosto se designó Rector accidental a don Pedro León Loyola, nombrado por decreto del Ministro de Educación Pedro Godoy. Los estudiantes, que se habían tomado la Casa Central, depusieron la toma y entregaron el local a las nuevas autoridades el 3 de agosto de 1931. Una semana más tarde se hallaban normalizadas todas las Facultades, Escuelas e Institutos, salvo el Pedagógico. El 10 de agosto comenzó el proceso de elección en la Federación de Estudiantes. El 27 de agosto de 1931 Carlos Vicuña Fuentes es nombrado Decano de la Facultad de Filosofía y Educación. El 28 de septiembre se inauguró la nueva sala de la fech, ubicada en Agustinas 1260-1262.

El 31 de octubre de 1931, por Decreto Nº 4560, de la Rectoría de la Universidad de Chile, se nombró a Mariano Picón Salas como Secretario de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación. Pero ya el 30 de marzo de 1932 Picón Salas renunció a su cargo. Desempeñó este puesto por algo más de 5 meses. En su lugar fue nombrado Secretario de esta Facultad Juan Gómez Millas. En abril de 1931 asumió como Rector interino Juvenal Hernández, a la fecha el Decano más antiguo. En el país, el 5 de junio de 1932 renunciaba Juan Esteban Montero y asumía una junta socialista, la cual, dos días más tarde, reorganizó la Universidad a través del Ministerio de Educación, designando una Comisión Ejecutiva compuesta por Juan Marín, Domingo Santa Cruz y Parmenio Yáñez. Este triunvirato asumió funciones directrices rectorales.

El 10 de junio renunció Domingo Santa Cruz a la Comisión Ejecutiva y al día siguiente Mariano Picón Salas reemplazó a Santa Cruz. Lamentablemente, el 18 de junio también renunció Juan Marín a la comisión. El 25 de junio la Universidad reabrió sus puertas y dejó de funcionar la Comisión Ejecutiva. Estos fueron los quince días cuando Picón Salas asumió un rol directriz en la Universidad de Chile.

El 6 de julio se constituyó una comisión de seis profesores de las Facultades y tres alumnos, la cual tomó la conducción en la Universidad, y el 11 de agosto de 1932 se nombró rector interino a Juvenal Hernández Jaque, quien fue elegido Rector por el Claustro Pleno el 24 de septiembre de 1933.

Picón Salas volvió a Venezuela en 1936 a hacerse cargo de la Secretaría de Instrucción Pública, desde donde organizó una importante misión de educadores chilenos que viajó a Caracas, con los cuales se fundó el Instituto Pedagógico Nacional de Venezuela. Posteriormente, ocupó en su país de origen importantes cargos. Falleció en 1965.

La conducción rectoral fue compartida, pues, por Mariano Picón Salas, a la sazón de 30 años de edad, con otros colegas académicos. Le correspondió representar a la Universidad en un corto tiempo de crisis política y conflicto nacional. Su gestión fue breve en sus cargos pero significó un aporte en circunstancias de que las autoridades cambiaban de un día para otro.

El año 2001 se celebraron los cien años del natalicio de Mariano Picón Salas en una ceremonia solemne realizada en la Sala Ignacio Domeyko de la Casa Central de la Universidad de Chile, el día 2 de noviembre. En dicha ocasión leyeron sus trabajos el Embajador de la República Bolivariana de Venezuela, Domingo Miliani, recientemente fallecido en su patria; los profesores Salvador Dides y Luis Rubilar, quienes vivieron por varios años en Venezuela, y los académicos Cristián Álvarez, editor de las Obras Completas de Picón Salas, y Luis Navarrete Horta, venidos especialmente de la república hermana. De ellos incluimos aquí sus presentaciones, excepto las de Salvador Dides y Luis Navarrete.

La historia institucional de la Universidad de Chile es una importante rama de la historia nacional. La educación, el desarrollo científico, los aportes tecnológicos y la creación artística y humanista han entregado a Chile, desde esta Universidad, sus esfuerzos más notables. Tanto Andrés Bello, Rector fundador de la Universidad de Chile, como Mariano Picón Salas, autoridad de esta Casa de Estudios superiores, son parte de la historia de Chile, no sólo por su entrega a la Universidad sino también por su contribución a nuestra nación.

Los Anales de la Universidad de Chile se hacen un deber en reconocer las tareas realizadas por estos intelectuales y escritores, los cuales, aunque nacidos en otras tierras, supieron engarzar sus ideales y valores con el país hermano que los recibió y que hoy día nuevamente les agradece su entrega, su tesón y su esfuerzo cotidiano de creación personal y construcción social.