Introducción

En equinos la enterotoxemia causada por Clostridium perfringens (antes C. welchii) es escasamente descrita en la literatura, y generalmente las publicaciones se refieren a uno, dos, o a un número reducido de animales afectados. De los pocos casos publicados sobre esta patología, el agente etiológico más frecuentemente nombrado es Clostridium perfringens tipo C, y los cuadros descritos están asociados principalmente a potrillos (Dickie y col., 1978; Nulo, 1980; Nulo y Chalmers, 1982; Howard-Martin y col., 1986; Pearson y col., 1986; Sims y col., 1985; Nulo, 1987; Drolet y col., 1990). También se menciona como agente etiológico la especie Clostridium perfringens tipo B (Smith, 1975; Niilo, 1980; Stubbins, 1990). Sin embargo, en los últimos años se observa una tendencia creciente a la descripción de cuadros enterotoxémicos debidos a Clostridium perfringens tipo A (Van Baelen y Devriese, 1987; Dart y col., 1988). En una reciente publicación con un mayor número de casos, ocurridos en Japón (Kanoe y col., 1990), se describe que sobre un total de 41 equinos estudiados, los 37 animales que presentaban manifestaciones clínicas de enterotoxemia dieron como resultado el aislamiento de Clostridium perfringens tipo A, y de los 4 animales sanos restantes, uno fue positivo a este mismo tipo, y tres, a otros tipos de esta especie bacteriana. Según la revisión bibliográfica realizada, en Chile no se habría descrito el hallazgo de esta especie como causante de problemas en equinos y sólo conocemos la descripción de Clostridium perfringens tipo A en terneros con manifestaciones de hemoglobinuria (Duarte y col. 1974).

Nos parece de interés mencionar también que la especie Clostridium perfringens tipo A aislada de equino ha demostrado acción leucotóxica, actividad que conformaría otro factor de virulencia junto al efecto citotóxico y hemolítico (Kanoe e Inoue, 1990). Por otra parte, recientemente se ha descrito en equinos un cuadro causado por Clostridium perfringens, cuya característica principal es una gastritis enfisematosa, acompañada de cólicos, diarrea y endotoxemia (Weldon y col., 1991).

En la presente comunicación se describe un cuadro enterotoxémico producido en un equino, con el consiguiente aislamiento de Clostridium perfringens tipo A.

Caso clínico

En un predio de buen manejo situado en Angol, Novena Región de Chile, una yegua de tiro de 8 años de edad murió sin manifestaciones clínicas previas. Se practicó la necropsia y se enviaron muestras al laboratorio, obteniéndose los siguientes resultados:

a) Necropsia

Piel y tejido subcutáneo: aparentemente normales Pulmones: leve hemorragia en el pulmón izquierdo Corazón: equimosis en pericardio y aurículas Hígado: necrosis generalizada, color pardo claro, friable Riñones: hemorragias y necrosis de ambos riñones, consistencia blanda Intestino delgado: íleon con la mucosa hemorrágica Intestino grueso: hemorragias, principalmente en el recto Vejiga: sin alteraciones aparentes Cavidad abdominal: aparentemente normal

b) Pruebas de laboratorio

Las muestras para diagnóstico de laboratorio se recibieron en las condiciones habituales de preservación en una solución estéril de glicerina al 50% en suero fisiológico. El contenido intestinal demostró actividad tóxica para ratones albinos, y abundante presencia de bacilos morfológicamente compatibles con una especie clostridial, tanto en el contenido como en la mucosa intestinal. Se trabajó la muestra en las condiciones habituales de búsqueda de bacterias anaerobias toxigénicas (Smith, 1975; Holdeman y col., 1977). Frente a la acción letal del filtrado de un cultivo líquido de la bacteria, tanto por vía endovenosa como intraperitoneal en concentración de 0,001 ml/gramo de ratón albino, y a la manifestación de hemoglobinuria en concentraciones menores, se procedió a su caracterización bioquímica según las reacciones de rutina (Holdeman y col. 1977; Cato y col., 1986).

Ante la evidente sospecha de Clostridium perfringens, se evaluó la actividad de fosfolipasa C mediante un método por difusión en agar (Rigby, 1981) paralelamente a un cultivo de una cepa de referencia de Clostridium perfringens tipo A, realizado en condiciones equivalentes. Al interpolar los resultados en un gráfico de evaluación de fosfolipasa C descrito en el trabajo mencionado, el equivalente de la toxina obtenida en el caldo fue de 22 mg/litro, valor que se considera en el rango de filtrados de acción potente (entre 1 y 100 mg/litro), según el mismo autor.

La cepa de Clostridium perfringens tipo A de referencia dio un valor muy inferior, que según el gráfico sería unas 30 veces menor. Paralelamente a las pruebas bioquímicas se realizó una electroforesis en poliacrilamida - SDS (Laemmli, 1970) para comparar las bandas proteicas de la especie en estudio frente a las cepas de referencia de Clostridium perfringens tipos A, B, C, D. En la figura 1 se evidencia la equivalencia de la bacteria en estudio con la cepa de referencia de Clostridium perfringens tipo A, como también se observan las leves diferencias que se presentan con los tipos B, C y D, confirmándose de tal manera la identidad del causante del cuadro enterotoxémico presentado. De la muestra de hígado necrótico no se obtuvo la bacteria en forma viable.

Figura 1. Patrón electroforético (SDS-poliacrilanida) de Clostridium perfringens. Bandas a y g, estándares de peso molecular en Kilo-Dalton. Banda b: cepa aislada de caballo. Bandas c, d, e  y f, respectivamente, cepas de referencia tipos A, B, C y D.

Discusión

Dadas las características del cuadro clínico presentado a la necropsia y del estudio confirmativo de presencia de Clostridium perfringens tipo A, consideramos que esta comunicación contribuye a alertar a los Médicos Veterinarios de terreno sobre esta posibilidad de muerte repentina en equinos, que frecuentemente queda sin explicación. Nos parece de interés mencionar que en potrillos fina sangre se han presentado casos similares en Inglaterra (Leader, 1952) y en Australia (Sims y col., 1985). Vale la pena destacar también los resultados obtenidos en Japón citados anteriormente (Kanoe y col., 1990), en que se compara la presencia de Clostridium perfringens tipo A, tan poco descrita en equinos, con la importante acción patógena de esta bacteria causante de enteritis hemorrágicas y necróticas o en general enterotoxemias en numerosas especies animales. Así también se encuentran descripciones de cuadros enterotoxémicos semejantes en corderos (Mc Gowan y col., 1958), o de hemoglobinuria asociada a mastitis en ovejas (McDonnell y Holmes, 1990) causadas específicamente por Clostridium perfringens tipo A, citando además estos últimos autores, una alta mortalidad en lanares en Australia y California.

Referencias

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Recibido el 13 de septiembre de 1991, aprobado el 18 de marzo de 1992.