La parvovirosis canina se describió por primera vez en la zona sur-este de los Estados Unidos de Norteamérica en el año 1978. Luego de su presentación inicial, la enfermedad se propagó rápidamente a lo largo de dicho país y Canadá. Durante el mismo año se identificaron casos de parvovirosis canina en Australia y Bélgica, y en 1979 en Inglaterra y Francia. Actualmente, la enfermedad se ha descrito en América, Europa, Asia, Australia y Africa (Mendoza y Berríos, 1981).
Los primeros casos clínicos de parvovirosis canina en Chile, se observaron en Santiago en los Servicios de Policlínico para Pequeños Animales de la actual Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile entre octubre y diciembre de 1980 y enero y abril de 1981 (Abalos y Cols., 1982). En Valdivia, se sospecha de un caso de parvovirosis canina en mayo de 1980. Sin embargo, antecedentes clínicos y epidemiológicos actuales permiten considerar como primer diagnóstico de parvovirosis el realizado en marzo de 1981 (Ernst y Cols., 1988).
Este trabajo tiene como objetivo describir la distribución temporal de la prevalencia de parvoviro sis clínica en una población canina hospitalaria de Valdivia, Chile, en el período 1981-1985 y estudiar el efecto de factores climáticos en la variabilidad de la misma.
Caninos con diagnóstico clínico de parvovirosis durante el período 1981-1985, fueron identificados de los registros existentes en la Clínica de Pequeños Animales del Hospital Veterinario de la Universidad Austral de Chile. El diagnóstico consignado de parvovirosis se realizó mediante los signos y síntomas que evidenció el paciente al examen clínico (vómitos, diarrea sanguinolenta, fiebre, deshidratación y decaimiento), el cual fue complementado con exámenes de laboratorio (hemograma y sangre oculta en deposiciones).
Las tasas de prevalencia mensual para la enfermedad fueron calculadas usando como denominador una población determinada según el método de pacientes-años-en riesgo (Mac Mahon y Pugh, 1970).
El estudio de la distribución temporal de la prevalencia de parvovirosis en el período 1981-1985, se realizó a través del método clásico de descomposición de series de tiempo (Lapin, 1978). Se supuso un modelo multiplicativo de la forma:
- | Yt = Tt x Et x Ct x Lt | |
donde: | Yt | = datos originales de la serie |
- | Tt | = tendencia |
Et | = componente estacional | |
Ct | = componente cíclico | |
It | = componente irregular | |
t | = tiempo |
Se calculó un índice estacional usando para ello el método de la razón de promedios móviles con un ciclo estacional de 12 meses. Dicho método permitió aislar Et x Lt según la expresión (Lapin, 1978):
La remoción de It y la estimación del índice estacional (IE) se realizó a través del cálculo de la mediana de la distribución de Et x It por mes y año. A continuación, los datos originales de la serie de tiempo fueron divididos por dicho índice, lo cual eliminó la fluctuación estacional, dejando la serie desestacionalizada.
Para determinar la tendencia de los datos, se utilizó una ecuación de regresión de la forma Yx = a + bx; con el tiempo, en meses, como variable independiente (X) y los valores desestacionalizados como variable dependiente (Yx).
A fin de aislar el componente cíclico, cada valor desestacionalizado fue dividido por la tendencia correspondiente y expresado como porcentaje según la relación:
Valores mensuales de variables climáticas locales se obtuvieron de los registros de la Estación Meteorológica del Instituto de Geociencias de la Universidad Austral de Chile. Los parámetros climatológicos considerados en el análisis fueron: temperatura media del aire a 1,80 m (TEMAIR), temperatura mínima del aire a 5 cm (TEMIN5), temperatura máxima del aire a 1,8 m (TEMAXI), radiación (RADIAC), precipitación mensual, (PREMEN), días de lluvia (DIALLU), días de heladas (DIAHEL), temperatura del suelo a 1 cm (TSUEIC), temperatura del suelo a 5 cm (TSUE5C), evaporación (EVAPOR) y humedad relativa (HRELAT).
Como la prevalencia mensual (variable dependiente) fue medida como una proporción con rangos entre 0,00 y 1,00, se utilizó una transformación logit para obtener una función de respuesta lineal. Así la variable dependiente fue transformada asumiendo la siguiente fórmula (Armitage, 1971):
p' = | 1n | p |
1-p |
Con el objeto de obtener una estimación de la influencia de las variables climáticas (variables independientes) en la variabilidad de la prevalencia de la enfermedad, se utilizó como método de estudio la regresión paso a paso (Dixon, 1979). Este método es un procedimiento en que el orden de entrada de las variables es condicionado por criterios estadísticos teóricos. En cada paso ingresa a la ecuación de predicción la variable que incrementa, más el coeficiente de determinación (R2). Esta forma de regresión introduce los regresores más importantes en la ecuación, escogiendo la secuencia de variables que haga aumentar el R2 tanto como sea posible, entregando así un número pequeño de regresores (Wonnacott y Wonnacott, 1981).
El análisis de la distribución temporal de la prevalencia de parvovirosis canina clínica en el período 1981-1985, entrega como resultado un aumento de la tasa de prevalencia hospitalaria durante los años considerados, lo cual se refleja en una tendencia positiva significativa (p 0,05) determinada por la ecuación = 0,23 + 0,04x (figura 1). El índice estacional señala un alza de la prevalencia durante los meses de enero, febrero y marzo (figura 2). El componente cíclico indica dos ciclos con valores máximos en 1981 y 1983 (figura 3).
Figura 1. Tasas de prevalencia y tendencia de la parvovirosis canina en el período 1981-1985 |
Figura 2. Indice estacional de la parvovirosis canina en el período 1981-1985. |
Figura 3. Componente cíclico de la parvovirosis canina en el período 1981-1985. |
La matriz de correlación de las variables climáticas consideradas en el estudio se muestra en el cuadro 1. Se destaca en él, la alta intercorrelación entre las variables independientes.
CUADRO 1 MATRIZ DE CORRELACIÓN DE LAS VARIABLES CLIMÁTICAS CONSIDERADAS EN LA REGRESIÓN PASO A PASO
Variable |
Temair |
Temin5 |
Evapor |
Premen |
Diallu |
Radiac |
Temaxi |
Diahel |
Tsuelc |
Tsue5c |
Hrelat |
Temair |
1,0000 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- - |
- |
- |
Temin5 |
0,0094 |
0,0000 |
- |
- |
-- |
- |
-- |
- |
-- |
- |
- |
Evapor |
0,8785 |
0,5152 |
1,0000 |
-- |
- |
-- |
- |
- |
- |
- |
- |
Premen |
-0,6819 |
-0,2418 |
-0,7051 |
1,0000 |
-- |
- |
- |
-- |
-- |
- |
-- |
Diallu |
-0,7123 |
-0,2887 |
0,8270 |
0,8541 |
1,0000 |
- |
-- |
- |
- |
- |
-- |
Radiac |
0,8500 |
0,1022 |
0,9204 |
-0,8414 |
0,8048 |
1,0000 |
- |
-- |
-- |
-- |
-- |
Temaxi |
0,9823 |
0,7090 |
0,9231 |
-0,7639 |
0,7894 |
0,9075 |
1,0000 |
- |
- |
-- |
- |
Diahel |
-0,8152 |
-0,9338 |
-0,5498 |
0,3025 |
0,3116 |
-0,4867 |
-0,7230 |
1,0000 |
- |
- |
-- |
Tsueic |
0,9714 |
0,6790 |
0,9205 |
-0,7733 |
-0,7707 |
0,9366 |
0,9764 |
0,7077 |
1,0000 |
- |
- |
Tsue5c |
0,9742 |
0,6849 |
0,9216 |
-0,7735 |
-0,7726 |
0,9332 |
0,9782 |
-0,711 |
0,9993 |
1,0000 |
- |
Hrelat |
-0,8148 |
-0,3473 |
-0,8979 |
0,7934 |
0,7855 |
-0,9807 |
-0,8776 |
0,4391 |
-0,8976 |
-0,8946 |
1,0000 |
El cuadro 2 resume el total de variables independientes ingresadas al modelo después de realizar una regresión paso a paso. Se puede apreciar un coeficiente de determinación múltiple (R2) de 0,2252, con seis variables incluidas en la ecuación final.
CUADRO 2 VARIABLES INGRESADAS AL MODELO DE REGRESIÓN PARA PARVOVIROSIS CANINA
Variable |
R* |
R2** |
Incremento en R2 |
Coeficiente de Regresión |
Diallu |
0,1846 |
0,0341 |
0,0341 |
-0,4538 |
Premen |
0,3588 |
0,1287 |
0,0946 |
-0,0013 |
Radiac |
0,3629 |
0,1317 |
0,0030 |
0,1292 |
Hrelat |
0,4304 |
0,1852 |
0,0536 |
0,0270 |
Temair |
0,4595 |
0,2112 |
0,0259 |
0,3410 |
Temaxi |
0,4746 |
0,2252 |
0,0141 |
0,2171 |
*R : Coeficiente de correlación múltiple. **R2 : Coeficiente de determinación múltiple. |
El resultado del análisis de la serie de tiempo demuestra una tendencia ascendente de las tasas de prevalencia durante los años 1981-85 (figura 1), la cual puede ser explicada por un mayor número de diagnósticos realizados una vez definidos los signos de la enfermedad. Es probable que este aumento de casos de parvovirosis clínica se deba a la rapidez de diseminación del virus, debido a la resistencia de éste en el medio ambiente, a la forma de eliminación del mismo y a la eficiencia de las diferentes vías de transmisión.
Los parvovirus del canino son muy resistentes en el medio ambiente, hecho que les permite una sobrevida larga, aspecto importante en el contagio indirecto (Mendoza y Berríos, 1981).
Se reconoce como vía primaria de infección la vía oral, por contaminación a través de fecas de animales enfermos, por contacto directo o por vía indirecta a través de canales, utensilios, hospitales, clínicas y recintos de exposición contaminados. El potencial de propagación de la vía fecal-oral es enorme. En el caso de cachorros, se describe además, la infección neonatal o intrauterina (Mendoza y Berríos, 1981).
El índice estacional muestra valores altos en los meses de enero, febrero y marzo; en cambio, durante mayo, junio, julio y noviembre este indicador alcanza sus valores más bajos (figura 2). Estos resultados coinciden con los publicados por Studdert y Cols. (1983) y Carman y Povey (1984) quienes encontraron altos títulos de anticuerpos para parvovirosis en los meses de verano y bajos en los meses de invierno. Ello puede estar asociado con una disminución en el consumo de alimento, aspecto mencionado por Carman y Povey (1984) y Brunner y Swango (1985).
Por otra parte, es importante destacar que al ser la parvovirosis una enfermedad que afecta en mayor grado a los animales jóvenes, la estacionalidad descrita coincide con las fechas en que hay una mayor cantidad de cachorros, debido a que el período de partos en los caninos tiende a concentrarse durante esos meses (Martin, 1978).
El componente cíclico muestra un aumento de la presentación de parvovirosis aproximadamente cada 2 años (figura 3). La primera alza aparece a fines del año 1981; esto se debería a que el surgimiento de la enfermedad provocó un brote epidémico en la población canina existente, el cual disminuyó al momento de lograrse una inmunidad poblacional adecuada. Esta inmunidad de masa se mantendría hasta que comienza la renovación de la población canina, con aumento de los susceptibles, lo cual explicaría el segundo máximo de la curva del componente cíclico en el año 1983. Wierup (1982) afirma que la infección por parvovirus en la población canina presenta características de recurrencia cada cierto tiempo debido, probablemente, a cambios en las proporciones de animales susceptibles e inmunes existentes en una población. Este mismo autor, al describir varios brotes epidémicos de parvovirosis canina en diferentes áreas geográficas de Suecia, estableció que dichos brotes se producían cuando la población susceptible alcanzaba una densidad de 12 perros por km2 ; de la misma manera, el brote abortaba cuando esta densidad llegaba a seis perros por km2. No se han postulado otras explicaciones a la ciclicidad de esta enfermedad.
La estacionalidad encontrada sugiere la influencia de algunos factores climáticos en la presentación de la parvovirosis. A fin de identificar algunos determinantes climáticos, se relacionó la prevalencia mensual de parvovirosis con valores mensuales de variables climáticas locales.
Los resultados indican que las variables climatológicas seleccionadas por el modelo de regresión utilizado explican el 22,52% de la prevalencia de la enfermedad. Si bien sólo fueron consideradas seis variables independientes, no debe desestimarse el resto de las variables explicatorias no ingresadas al modelo, debido a la existencia de intercorrelación entre dichas variables.
La interpretación de una ecuación de regresión depende del supuesto de que las variables independientes o explicatorias no estén altamente correlacionadas (Pappaioanou y Cols., 1984). Sin embargo, en este estudio, la intercorrelación o multicolinealidad entre las variables independientes es alta (cuadro 1), lo cual dificulta el separar los efectos individuales de las mismas (Gujarati, 1981). Cuando las variables independientes están intercorrelacionadas, los coeficientes de regresión de cualquiera de ellas dependen de la inclusión de otras variables explicatorias al modelo. De esta manera, un coeficiente de regresión no refleja un efecto inherente de una variable independiente específica en la variable dependiente, sino que solamente un efecto marginal o parcial dependiente de que otras variables independientes correlacionadas estén incluidas en la ecuación de regresión (Neter y Wasserman, 1974). Lo anteriormente expuesto implica que las variables no ingresadas al modelo final de regresión, fueron excluidas por el procedimiento estadístico utilizado y por lo tanto este resultado no puede interpretarse como que las variables eliminadas no eran importantes.
El efecto individual de cada una de las variables independientes se demostró a través de la interpretación de los coeficientes de regresión respectivos. Antes de analizar dichos coeficientes, es necesario considerar el hecho que frente a la existencia de multicolinealidad los estimadores y sus errores estándar se vuelven muy sensibles a pequeños cambios en las cifras, dando origen a una inestabilidad de los coeficientes en magnitud y signo (Gujarati, 1981).
Los coeficientes de regresión negativos para las variables días de lluvia y precipitaciones mensuales, y los correspondientes coeficientes para radiación, temperatura media del aire a 1,8 m y temperatura máxima a 1,8 m, permiten concluir que condiciones climáticas con predominio de altas temperaturas y baja cantidad de precipitaciones favorecen la presentación de parvovirosis. Es necesario hacer notar que la incorporación de la humedad relativa al modelo de regresión señalaría la necesidad por parte del parvovirus de un mínimo de humedad para mantener su viabilidad en el medio, lo cual concuerda con la importancia relativa que tiene el factor días de lluvia sobre precipitaciones mensuales, indicativo de que el efecto de las precipitaciones mensuales sobre la enfermedad no está dado por la cantidad de éstas, sino que por lluvias espaciadas en pocos días. Sin embargo, la inclusión de la humedad relativa a la ecuación final podría explicarse también por la mencionada inestabilidad de los coeficientes de regresión.
Lo expuesto, ratifica los resultados del análisis de la distribución temporal de las tasas de prevalencia, el cual demostró una estacionalidad en la presentación de parvovirosis canina con valores máximos en los meses de enero a marzo, correspondiente a épocas de verano, en las cuales se presentan las condiciones climáticas determinantes identificadas con anterioridad.
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