Introducción

Los mesoteliomas se han descrito en diferentes especies tales como caninos, bovinos, equinos, felinos y el hombre (Forbes y Matthews, 1991). Sin embargo, en el perro son de rara presentación, por lo cual es importante dar a conocer este caso como primera descripción en Chile.

Los mesoteliomas son tumores que crecen desde las células mesoteliales de las membranas serosas. Este tumor es frecuentemente multifocal y su distribución y diseminación es a través de las cavidades celómicas asociándose generalmente con ascitis, efusión pleural y pericardial (Dubielzig, 1979).

La etiología es aún desconocida, sin embargo en la especie humana se ha asociado a la inhalación crónica de asbestos (Magnusson y Veit, 1987).

Desde el punto de vista histológico los mesoteliomas corresponden a una proliferación inusual de células mesoteliales con escasa participación de tejido fibroso. Las células no están asociadas con reacción inflamatoria y poseen un índice mitótico moderado (Forbes y Matthews, 1991). Estos tumores pueden estar constituidos por compuestos epitelioides o mesenquimales o ambos (Hardy, 1983). La forma mesenquimal de este tumor en los perros ha sido descrita como mesotelioma esclerosante, el cual tiene tendencia a diseminarse y engrosarse a través de adherencias fibrosas en las superficies serosas del abdomen. Los animales afectados muestran severo decaimiento y generalmente se diagnostican desde el punto de vista clínico como si tuvieran una peritonitis generalizada (Dubielzig, 1979).

La mayoría de los mesoteliomas se clasifican como malignos debido a su capacidad de diseminar. En el gato, sin embargo, se ha descrito una forma de presentación benigna (Schaer y Meyer, 1988).

Los mesoteliomas generalmente se presentan en animales de edad avanzada a excepción de la especie bovina, en la cual el tumor ha sido reportado en terneros tan jóvenes como de 10 días de edad (Magnusson y Veit, 1987).

Descripción del caso

Un canino hembra, Doberman, de 7 meses de edad, de 12 kg de peso fue traído el 18 de noviembre de 1991 a la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile para interconsulta. El paciente presentaba decaimiento, deshidratación, palidez de mucosas, vómito y anorexia desde hacía dos días, además de un aumento de volumen abdominal progresivo desde los cinco meses de edad. Por otra parte, con posterioridad a la ingestión de alimento evidenciaba meteorismo y eruptación.

El paciente fue hospitalizado instaurándose un tratamiento sintomático a base de suero glucosalino y metoclopramida.

Se procedió a realizar los siguientes exámenes en el Laboratorio Clínico de la Facultad: hemograma, perfil bioquímico, urianálisis, estudio del líquido ascítico y radiografías de tórax y abdomen. Los resultados del hemograma y perfil bioquímico se encuentran resumidos en el cuadro 1.

CUADRO 1 RESULTADOS DE HEMOGRAMA Y PERFIL BIOQUÍMICO

Hemograma- 

(18/11)

(21/11)

Hemoglobina

g/dl

14,4

15,0

VGA

%

43

44

CHCM

%

33

34

leucocitos

µl

15750

17700

meta

µl

-

-

banda

µl

314

1239

segment

µl

12874

11328

linfoc.

µl

2198

1239

monoc. ul

 314

3894

 

eosin

µl

0

0

Química sanguínea

Prot

g/dl

5,0

6,6

Album.

g/dl

2,1

-

Globu.

g/dl

2,9

-

Fibrinog.

g/dl

0,3

0,4

NUS

mg/dl

23,9

-

ALT

U/L

23

-

FA

U/L

294

El líquido ascítico extraído por punción abdominal presentó una coloración rosada con características de transudado (densidad 1.015). Además no hubo crecimiento bacteriano a partir de esta muestra.

El examen de orina no mostró modificaciones anormales.

El estudio radiológico evidenció signos de megasófago y ascitis.

El día 18 de noviembre se observó neutrofilia con leve desviación a la izquierda, hipoproteinemia e hipoalbuminemia. El día 22 se apreció leve desviación a la izquierda, monocitosis y eosinopenia, y aumento en la cantidad de proteínas y fibrinógeno.

A raíz del decaimiento progresivo del paciente y con la sospecha de un proceso neoplásico abdominal, se decide realizar una laparotomía exploratoria. Horas antes de la intervención el paciente es evaluado, encontrándose en malas condiciones por lo que se decide la eutanasia.

Necropsia

Hallazgo macroscópico

Abundante líquido ascítico sanguinolento, múltiples adherencias de peritoneo a pared costal, peritoneo visceral engrosado color blanco opaco, formando una gruesa cápsula alrededor de órganos abdominales (Figuras 1 y 2). Hígado aumentado de tamaño, multilobulado de aspecto tumoral. Dilatación esofágica y derrame pleural.

 

Figura 1. Adherencias de peritoneo el cual se observa engrosado.

Figura 2. Vísceras abdominales cubiertas por peritoneo muy engrosado.

 

Examen microscópico

En los cortes histológicos de los diferentes órganos abdominales no se observaron alteraciones; sin embargo en la serosa peritoneal visceral y parietal, la cual formaba una gruesa cápsula, evidenció la presencia de células mesoteliales sin participación de tejido fibroso ni infiltración inflamatoria (Figura 3) lo que corresponde a un mesotelioma.

 

Figura 3. Corte de peritoneo visceral,células mesoteliales (100x).

 

Discusión

En la literatura veterinaria se describen muy pocos casos de mesotelioma en perros y los informados corresponden a pacientes de mayor edad (Dubielzig, 1979; Forbes y Matthews, 1991), por lo cual la presente comunicación al referirse a un animal joven representa un hallazgo importante de dar a conocer.

Es importante destacar lo difícil que resultó obtener un diagnóstico presuntivo durante el curso de la enfermedad a pesar de los diversos exámenes solicitados, realizándose solamente la terapia sintomática, lo que concuerda con lo reportado por Dubielzig (1979). Esto permite concluir que en estos casos el diagnóstico definitivo requiere una laparotomía exploratoria para obtener una biopsia o bien es un hallazgo de necropsia.

Basado en estos antecedentes podemos postular la necesidad de incorporar esta patología como otra posibilidad diagnóstica en aquellos pacientes con signología semejante, sobre todo en aquellos pacientes con ascitis en los cuales no es posible determinar la causa.

 

Perro de la Cultura Colima. (México, 300 años a. C.- 900 d.C.)

Referencias

DUBIELZIG, R.R. 1979. Sclerosing mesothelioma in five dogs. J. Am. Anim. Hosp. Assoc. 15:745-748.

FORBES, D.C.; B.R. MATTHEWS. 1991. Abdominal mesothelioma in a dog. Can. Vet. J. 32:176-177.

HARDY, R.M. Diseases of the liver. 1983 In: Ettinger S.Y.. ed. Textbook of Veterinary Internal Medicine 2nd ed. Philadelphia: WB Saunders, 1428.

MAGNUSSON, R.A.; H.P. VEIT. 1987. Mesothelioma in a calf. J. Am. Vet. Med. Assoc. 191:233-234.

SCHAEER, M.S.; D. MEYER. 1988. Benign peritoneal mesothelioma hyperthyroidism, nonsuppurative hepatitis and chronic disseminated intravascular coagulation in a cat. J. Am. Anim. Hosp. Assoc. 24:195-202.

Recibido el 15 de julio de 1992, aprobado el 27 de octubre de 1992.